Los medicamentos, generalmente gotas de uso tópico, se pueden usar para reducir la presión intraocular. Estos medicamentos funcionan reduciendo la producción de líquido dentro del ojo o ayudando a que el líquido drene más fácilmente desde el ojo.

Los medicamentos para el Glaucoma deben usarse regularmente todos los días para que funcionen de manera efectiva.

Algunos pacientes pueden requerir más de un tipo de gotas.

Existen efectos secundarios de las gotas para el Glaucoma, que pueden incluir escozor, ojos rojos, crecimiento de pestañas, cambio en el color de los ojos o la apariencia de la piel alrededor del ojo, boca seca, visión borrosa, problemas respiratorios, pulso o presión arterial bajas y disminución de la energía o del estado de ánimo.

Si tiene efectos secundarios con los medicamentos, debe informar a su Oftalmólogo, quien puede sugerir cambiar a un medicamento diferente o un tratamiento alternativo para reducir su necesidad de gotas.

Es muy útil llevar una lista de sus medicamentos a su cita con el médico.

El tratamiento con láser utiliza la energía de éste para ayudar a disminuir la presión intraocular. Se utilizan medicamentos para adormecer el ojo antes del tratamiento, por lo que generalmente hay poco o ningún dolor. La mayoría de los láseres tardan solo unos minutos en realizarse. El tipo de láser adecuado para usted depende de su tipo de Glaucoma.

Los tipos más comunes de láser incluyen:

Trabeculoplastía con láser (SLT): este láser de baja potencia se aplica sobre el canal de drenaje de la presión del ojo para desobstruirlo y ayudar a que el líquido drene más libremente. Por lo general, se usa en el Glaucoma de ángulo abierto. En estudios recientes, ha demostrado ser tan eficaz como las gotas en reducir la presión intraocular en pacientes con hipertensión ocular o Glaucoma inicial.

‍Iridotomía con láser: se usa la energía del láser para crear un pequeño orificio en la parte coloreada del ojo (iris) a modo de prevenir o tratar el bloqueo que el mismo iris puede provocar sobre la vía de drenaje de la presión intraocular. En general, está reservado para pacientes con riesgo de desarrollar Glaucoma de ángulo estrecho.

‍Iridoplastía con láser: el láser se usa para estirar la parte periférica coloreada del ojo (iris) para alejarlo del canal de drenaje en forma de malla en el cierre angular. Su uso está actualmente reservado casi exclusivamente en pacientes con “Glaucoma Agudo” que no han respondido al tratamiento habitual.

‍Láser diodo: este láser trata la parte del ojo que produce líquido (cuerpo ciliar), reduciendo así la producción de líquido. A diferencia de los otros tipos de láser, éste procedimiento se realiza en pabellón, puede causar más dolor y, a veces, una reducción de la visión. Por lo general, está reservado para pacientes en que otros tratamientos han fallado o son demasiado riesgosos.

Habitualmente, la cirugía no es la alternativa inicial en pacientes con Glaucoma leve o de reciente diagnóstico y se reserva para los casos en que la enfermedad sigue avanzando a pesar del tratamiento médico convencional. La cirugía convencional de Glaucoma busca crear una vía alternativa para el drenaje del humor acuoso, ya sea de forma tradicional (Trabeculectomía) o a través de la inserción de un dispositivo de drenaje.

El tipo de cirugía adecuado para usted depende de muchos factores, incluyendo su edad, estado general de salud, tipo y  severidad de su enfermedad, nivel de presión intraocular y otras afecciones oculares (por ejemplo, cataratas). Hable con su Oftalmólogo sobre el tratamiento adecuado para usted.